miércoles, 1 de junio de 2011

HEMORRAGIA

Es la salida de sangre en escasa o abundante cantidad, por ruptura de un vaso sanguíneo.
En todos los casos debe detenerse la hemorragia lo más rápidamente posible. La mejor forma de lograrlo es presionando sobre la herida. Si los vasos sanguíneo rotos se cierran por la presión ejercida y la sangre deja de fluir, los agentes naturales de la coagulación podrán actuar. Cuando haya cesado la hemorragia, limpie escrupulosamente la herida, y lleve al accidentado lo más rápido como sea posible al centro asistencial mas cercano.

Clasificación:
Las hemorragias según el vaso sanguíneo comprometido, se clasifican en:

  1. Hemorragia capilar o superficial.
Es la que compromete sólo los vasos sanguíneos superficiales que irrigan la piel; generalmente esta hemorragia es escasa, y se puede controlar fácilmente.
  1. Hemorragia venosa:
Se caracteriza porque la sangre es de color rojo oscuro y su salida es continua.
  1. Hemorragia arterial:
Se caracteriza porque la sangre es de color rojo brillante vivo, su salida es intermitente coincidiendo con cada pulsación. Esta hemorragia a su vez puede ser:
    1. Interna: Cuando la sangre no fluye hacia el exterior, se localiza debajo de la piel o dentro de una cavidad orgánica.
    2. Externa: Cuando la sangre fluye hacia el exterior.

Cualquiera que sea el tipo de hemorragia se produce una disminución de la cantidad de sangre circulante, que el organismo trata de mantener, especialmente en los órganos nobles (cerebro, corazón, pulmones) a pesar de la hemorragia.

Primeros auxilios: En caso de hemorragia, el organismo pone en funcionamiento su mecanismo para controlarla, agrupando las plaquetas alrededor del vaso lesionado y formando un coagulo que tapone dicho vaso, impidiendo la salida de sangre. La atención de primeros auxilios contribuye a que este sea efectivo. Esta atención debe ser inmediata porque en un minuto la perdida de sangre puede ser total y ocasionar la muerte.
eAcueste la víctima.
eDescubra el sitio de la lesión para valorar el tipo de hemorragia ya que ésta no siempre es visible; puede estar oculta por la ropa o por la posición  de la víctima.
eSeque con una tela muy limpia, gasa o aposito, haciendo toques, para     identificar el tipo de hemorragia.
eControle la hemorragia siguiendo este orden:
Z  Presión directa: Aplique directamente sobre la herida una compresa o tela limpia haciendo presión fuerte. Si no dispone de tela o compresa presione la herida con la mano, colocando los dedos extendidos.

La mayoría de las hemorragias pueden cohibirse con la presión directa. Si la sangre empapa la compresa, no la retire, coloque otra encima y continué haciendo presión para facilitar la coagulación en el vaso roto.

La presión directa de la mano puede ser sustituida por un vendaje de presión, que se usa generalmente cuando necesita atender otras lesiones de la victima, las heridas son demasiado grandes o cuando tenga que atender otras victimas.

Esta técnica se utiliza simultáneamente con la elevación de la parte afectada, cuando no esta contraindicado.

Z Elevación: La elevación de la parte lesionada disminuye la presión de la sangre en el lugar de la herida y reduce la hemorragia.

Si la herida está situada en un miembro superior o inferior, levántelo a un nivel superior al corazón.

Si hay dolor o sospecha de fractura no aplique esta técnica.

Z  Presión directa sobre la arteria (Punto de presión): Consiste en comprimir con la yema de los dedos una arteria contra el hueso subyacente. Se utiliza cuando no se ha podido controlar la hemorragia por presión directa y elevación del miembro o en los casos en los cuales no se pueden utilizar los métodos anteriores (fracturas abiertas).

Esta técnica reduce o contiene la irrigación de todo el miembro y no solo de la herida, como sucede en la presión directa.

Al utilizar el punto de presión se debe hacer simultáneamente presión directa y elevación, generalmente para controlar la hemorragia en miembros superiores e inferiores.

En miembros superiores: Ejerza presión sobre la arteria braquial, cara interna del tercio inferior del brazo entre el hombro y el codo. Si es efectiva esta presión disminuye la hemorragia en brazo, antebrazo y mano.

Para aplicar la presión, coloque la palma de la mano debajo del brazo de la víctima, palpe la arteria y presiónela contra el hueso.






En miembros inferiores: Ejerza la presión en la ingle sobre la arteria femoral utilizando el talón de la mano. La eficacia de esta presión diminuye la hemorragia en muslo, pierna y pie.
Si la hemorragia cesa, después de tres minutos de presión, suelte lentamente el punto de presión directa. Si esta continua, vuelva a ejercer presión sobre la arteria.













Z Aplicación del torniquete: Esta técnica solo se utiliza como último recurso, cuando hay amputación de una extremidad o cuando los métodos anteriores no dan resultado efectivo.
En la aplicación de esta técnica se corre el riesgo de ocasionar  la perdida del miembro  herido para salvar la vida de la víctima.
Técnica de la aplicación del torniquete:

ó     Utilice un vendaje triangular en forma de corbata o una banda de tela de 4 cm, (no utilice vendas estrechas, cuerdas, ni alambres).

ó     Coloque la venda cuatro dedos arriba de la herida.

ó     De dos vueltas al vendaje alrededor  del brazo o pierna.

ó     Haga un nudo simple con los extremos de la venda. Coloque una vara corta y fuerte sobre el nudo simple y haga dos nudos adicionales sobre ésta, gire la vara lentamente hasta controlar la hemorragia.

ó     Fije la vara longitudinalmente al miembro anudando con la misma tela o con otra, para evitar que se suelte.

ó     Haga una nota en un papel o en la ropa, anotando el nombre de la víctima, la fecha y la hora de aplicación. Esta nota debe colocarse en un lugar visible y asegurarla. Si la nota no se observa y el torniquete está cubierto, puede ser demasiado tarde cuando se retire.

ó     El torniquete debe de ajustarse lentamente hasta que la herida deje de sangrar.

ó     Traslade rápidamente la víctima a un centro asistencial. En el trayecto afloje lentamente el torniquete cada 15 minutos, volviendo ajustar. Esto con el fin de permitir la irrigación de los tejidos que están por debajo del torniquete y evitar complicaciones.

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